Como marketer más de una vez has visto el término KPI. ¿Qué es y qué te puede aportar a tu día a día en el marketing?
Vamos a empezar por el principio.
Definición de KPI
Las siglas KPI significan ‘Key Performance Indicator’, que traducido al castellano significa Indicador Clave de Rendimiento.
Es decir, el KPI es un indicador del rendimiento del trabajo que estás realizando sobre los objetivos que tienes marcados y es la forma de conocer si los estás cumpliendo.
Los KPIs son métricas pero no todas las métricas pueden ser consideradas KPIs
Es decir, los KPIs son las métricas clave de tu trabajo o proyecto que te ayudan a saber si tu estrategia de marketing te está ayudando a alcanzar tus objetivos.
Las métricas miden una acción en concreto, una parte del proceso, como por ejemplo las interacciones de un post. Por otro lado, el KPI mide el rendimiento de tu proyecto al completo, es decir, te indica cómo de cerca estás de alcanzar tus objetivos.
¿Es imprescindible hacer un seguimiento de los KPIs para saber cómo va tu negocio? La respuesta es sí.
Ventajas de fijar un KPI
Medir y obtener resultados de las acciones que realizas es clave para mejorar.
¿Por qué aplicar el KPI a tu negocio o proyecto?
Permite que lleves un control de los resultados a nivel general de las acciones que estás tomando en tu negocio. Así, puedes saber qué estrategia te da resultados positivos y cuáles no están funcionando.
Ofrece información exacta de los datos y resultados que estás obteniendo en tu estrategia o acciones.
Puedes tomar decisiones sobre la marcha tanto si los resultados son positivos como negativos.
Consigues mantener a tu equipo de trabajo en constante motivación para alcanzar los objetivos propuestos.
En definitiva, el KPI es clave para conseguir los objetivos propuestos en tu negocio.
Ahora bien, ¿cómo es el KPI perfecto?
Características
Cuando apliques un KPI a las acciones que estés realizando los indicadores han de reunir una serie de características para que sean útiles.
Tienen que ser SMART: Specific, Measurable, Attainable, Relevant y Time-Bound.
Lo que se traduce en:
➡️ Específico
El indicador sobre el que trabajes tiene que ser específico para facilitar el seguimiento y el control que realices.
Es decir, no es lo mismo marcarte como objetivo “quiero vender más auriculares inalámbricos” que “quiero aumentar las ventas un 30% de los auriculares inalámbricos”.
➡️ Medible
Los KPI son datos y, por tanto, tienen que ser medibles para su estudio.
Por ejemplo, ¿haces una acción para vender auriculares inalámbricos? Es imprescindible que midas las unidades del producto de forma concreta para poder establecer los objetivos.
➡️ Alcanzable
Cuando fijamos unos indicadores estos han de ser realistas. En otras palabras, han de ser alcanzables. Si no, estás abocado al fracaso.
➡️ Relevante
Cuando establezcas el KPI ten en cuenta que, en realidad, va a influir en tu negocio o proyecto. No todos los datos son clave, seleccionar los importantes ayuda a arreglar las acciones negativas a tiempo.
➡️ Limitado en el Tiempo
Es necesario establecer una fecha límite para alcanzar los objetivos y así adecuar las acciones a tomar al periodo establecido. Por ejemplo: Incrementar las ventas de auriculares inalámbricos un 30% en el cuarto trimestre de 2020.
Como ves, los KPI cumplen varias características para que puedas medir el resultado de forma óptima en tus acciones.
Si no lo tienes del todo claro, calma, aquí te contamos algunos ejemplos de KPI.
Tipos de KPI’s: ejemplos
Es importante que sepas que estos indicadores se adaptan a cualquier tipo de empresa o negocio: KPIS de ventas, KPIS de retail, etc. Por eso, el ejemplo que te enseñamos ahora está relacionado con el ámbito que nos ocupa: el de marketing.
Con los KPI’s de marketing online puedes medir cómo ha ido las acciones que has realizado para tener impacto en tus campañas: desde conversiones, un anuncio en Google Ads o la captación de leads.
Aquí tienes varios ejemplos de ello:
➡️ Retorno de Inversión (ROI)
El ROI es un gran indicador de cómo ha funcionado tu estrategia, pues tiene en cuenta los ingresos que has generado con tu campaña en relación con los gastos incurridos para llevarla a cabo.
➡️ Fuentes de tráfico
Estas te permiten saber la procedencia del tráfico que llega a tu página web: puede ser directo, si escriben la web de forma directa, orgánica, a través de Google, o mediante redes sociales.
En Metricool puedes identificar la fuente de tráfico de donde provienen tus visitas. Un dato útil para saber qué estrategia potenciar: compartir contenido en redes, mejorar el SEO, etc.
➡️ Coste por Lead
Conseguir un Lead en términos de marketing es un gran avance, pues te permite adquirir valiosos datos del usuario. Es, a su vez, un gran indicador de cómo ha funcionado la campaña que has creado para conseguirlo.
El coste por Lead adecuado dependerá del tipo de negocio, no es lo mismo el coste incurrido para conseguir leads para vender coches de lujo que para vender auriculares inalámbricos.
➡️ Incremento de ventas
Un indicador KPI sencillo para saber la evolución de tus ventas. A nivel de ventas es útil, solo tienes que comparar las ventas de un mes con otro, o durante un año si así lo has establecido.
Eso sí, suele ser algo abstracto a nivel general, porque no tiene en cuenta otros gastos como producción, promoción, etc.
➡️ Engagement de Email Marketing
¿Qué tal han funcionado tus campañas de email marketing? En este caso, el indicador KPI te muestra el éxito de tu estrategia.
Al lanzar tu campaña, según la plataforma desde donde la hagas, puedes obtener datos interesantes como los datos de apertura y de clics. Esto te indica si cambiar el asunto o el contenido para atraer a los usuarios.
➡️ Crecimiento de tu comunidad
Medir el crecimiento de tus seguidores en las distintas redes sociales en las que tienes presencia te indica si estás cumpliendo tus objetivos.
¿Cómo llevar un control de ello? En Metricool puedes ver el crecimiento de tu comunidad y comprobar cómo ha evolucionado en diferentes periodos de tiempo.
Ahora ya sabes qué es un KPI y cómo de útil es para tu estrategia y planificación. Ponlo en práctica para conocer los resultados y tomar parte para mejorarlo.
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